Leonardo Esteban Arteaga Ibarra
Introducción:
Partiremos de una hipótesis fundamental que guiará el camino de nuestro ensayo. A saber, que: en el campo del canon literario de la ortodoxia y la heterodoxia los autores sólo pueden jugarlo si poseen dos capitales fundamentales, el capital cultural y el capital social. Sin embargo, sólo se llega a ser un autor canónico si se posee un capital simbólico. Para llegar a esta conclusión problematizaremos ¿qué significa ser un autor canónico?, ¿quién lo decide? y ¿cómo se llega a serlo? Para ello utilizaremos algunos conceptos teórico-prácticos tales como “canon literario” y “corrientes artísticas”, todo ello desde la teoría del sociólogo francés Pierre Bourdieu. Además, utilizaremos un ejemplo concreto: la relación que mantuvo el poeta mexicano Elías Nandino con el grupo de Los Contemporáneos, específicamente, Xavier Villaurrutia y José Gorostiza.
La lógica de los campos: una mirada sociológica.
Para comenzar a desarrollar nuestra argumentación teórica explicaremos brevemente en que consiste la teoría sociológica de Pierre Bourdieu. Y nos enfocaremos en algunos de sus conceptos claves: campo y capital
En primer lugar, un campo puede definirse como:
“Una trama o configuración de relaciones objetivas
entre posiciones. Esas posiciones se definen objetivamente en su existencia y
en las determinaciones que imponen a sus ocupantes, agentes o instituciones,
por su situación (situs) actual y potencial en la estructura de la distribución
de las diferentes especies de poder (o de capital), cuya disposición comanda el
acceso a los beneficios específicos que están en juego en el campo, y, al mismo
tiempo, por sus relaciones objetivas con las otras posiciones (dominación,
subordinación, homología, etc.).” (Zino, 2013).
Es decir, el campo es un conjunto de relaciones objetivas (sociales, culturales, políticas y económicas) y posicionales (estructurales y relacionales) que definen y determinan a sus agentes, los cuales se distribuyen de acuerdo con el poder que pueden ejercer desde el capital que poseen. Por lo tanto, podemos afirmar que la creación literaria, pertenece indudablemente a un campo… el campo literario.
Este campo literario, solamente puede jugarse si se entiende la lógica y el capital que está en juego. No obstante, no hay que confundir el campo literario con el canon literario (concepto que abordaremos más adelante). El campo literario desde un aspecto puramente sociológico puede llegar a ser más amplio que el canon literario, es decir, el campo literario está enmarcado en toda creación literaria: desde grandes obras artísticas (novelas, cuentos, poemas, etc.), hasta manuales, libros de consulta, autoayuda, best seller e incluso artículos de revista, etcétera. Tal vez, habría que redefinir el campo literario a un campo propio de la industria editorial, el cual, se rige claramente por el capital económico. Dejando de lado el capital cultural, el capital social y el capital simbólico.
Aunque sería interesante hacer un análisis del campo de la industria editorial, no es el tema que abordaremos en este ensayo. Por lo que retomaremos las reglas de juego dentro del campo literario y lo renombraremos como el campo del canon literario. Por decirlo de otro modo, para jugar en el campo del canon literario es necesario conocer cuáles son las reglas y que capitales están en juego. Es obvio que dentro del sistema capitalista el capital económico es de suma importancia y es un aspecto básico para entrar en competencia, sin embargo, no es el capital que está en juego dentro del campo del canon literario, sino más bien dentro del campo de la industria editorial. Por otro lado, dentro del campo del canon literario, el capital social es más importante, pues esto significa una red de relaciones específicas que colocan a los agentes en una posición de competencia más elevada, pero este tampoco es el capital fundamental. El capital que está en juego dentro del campo del canon literario es el capital cultural, pero sobre todo el capital simbólico. A pesar de eso, es necesario distinguir cuales son las reglas del juego dentro de este campo.
El canon literario y las corrientes artísticas del siglo XX: Los Contemporáneos:
Para definir que es el canon literario es necesario comprender que este término está en un debate abierto. En pocas palabras un canon es un catálogo de autores, pero ¿qué significa ser un autor canónico?, ¿quién lo decide? y ¿cómo se llega a serlo? Desde la perspectiva de Harold Bloom la noción de canonicidad reside precisamente en la originalidad (además de en otras cuestiones como el dominio del lenguaje metafórico, el poder cognitivo, la sabiduría y la exhuberancia en la dicción). (Nazaret Fernández, p. 65) Todo ello pertenece a la posesión de un capital cultural. Sin embargo, quien decide que es la “originalidad”, se podría decir acaso que la originalidad de una obra es un aspecto meramente subjetivo, por otro lado, cómo se llega a ser un autor original.
Una de las aristas por la cual podemos enfrentarnos a este dilema es desde las corrientes artísticas del siglo XX. Pues si se habla de “originalidad” que mejor manera que retomarlo desde el cambio del pensamiento del Modernismo a Los Contemporáneos. Los Contemporáneos fue un grupo de escritores mexicanos que tenían las mismas preocupaciones estéticas y filosóficas: la muerte, la noche, el miedo, la angustia, lo onírico, etcétera. Entre este grupo de escritores se encuentra Elías Nandino, José Gorostiza y Xavier Villaurrutia. No obstante, a pesar de la originalidad de la obra de estos tres escritores y poetas. No todos son considerados autores canónicos. En el caso de José Gorostiza su obra canónica es un poema de largo aliento: “Muerte sin fin”. En el caso de Xavier Villaurrutia es la colección de poemas: “Nostalgia de la muerte”, en donde resaltan sus decimas y sus nocturnos. En el caso de Elías Nandino, aunque su obra es basta no encontramos esa obra que lo coloque dentro del canon mexicano. Analizaremos un par de poemas de estos autores para darnos cuenta de estas preocupaciones estéticas y filosóficas:
Nocturno de la Estatua
Soñar, soñar la noche, la calle, la
escalera
y el grito de la estatua desdoblando
la esquina.
Correr hacia la estatua y encontrar
sólo el grito,
querer tocar el grito y sólo hallar
el eco,
querer asir el eco y encontrar sólo
el muro
y correr hacia el muro y tocar un
espejo.
Hallar en el espejo la estatua
asesinada,
sacarla de la sangre de su sombra,
vestirla en un cerrar de ojos,
acariciarla como a una hermana
imprevista
y jugar con las fichas de sus dedos
y contar a su oreja cien veces cien
cien veces
hasta oírla decir: "estoy muerta
de sueño".
Xavier Villaurrutia
Muerte sin fin (fragmento)
¡Tan- tan! ¿Quién es? Es el Diablo,
es una espesa fatiga,
un ansia de trasponer
estas lindes enemigas,
este morir incesante,
tenaz, esta muerte viva,
¡oh Dios! que te está matando
en tus hechuras estrictas,
en las rosas y en las piedras,
en las estrellas ariscas
y en la carne que se gasta
como una hoguera encendida,
por el canto, por el sueño,
por el color de la vista.
¡Tan-tan! ¿Quién es? Es el Diablo,
ay, una ciega alegría,
un hambre de consumir
el aire que se respira,
la boca, el ojo, la mano;
estas pungentes cosquillas
de disfrutarnos enteros
en solo un golpe de risa,
ay, esta muerte insultante,
procaz, que nos asesina
a distancia, desde el gusto
que tomamos en morirla,
por una taza de té,
por una apenas caricia.
¡Tan-tan! ¿Quién es? Es el Diablo,
es una muerte de hormigas
incansables, que pululan
¡oh Dios! sobre tus astillas;
que acaso te han muerto allá,
siglos de edades arriba,
sin advertirlo nosotros,
migajas, borra, cenizas
de ti, que sigues presente
como una estrella mentida
por su sola luz, por una
luz sin estrella, vacía,
que llega al mundo escondiendo
su catástrofe infinita.
José Gorostiza
Nocturno alquimia de mis sueños
Cuanto más y más alabes al ser que
amas:
más y más lo alejas de tus manos.
Yo te amo como se ama a una estrella:
puedo atreverme a contemplar tu
albor,
a sentir tu pureza luminosa,
a escalar con mis ansias
la altura en que te asomas;
pero nunca a tocarte
ni a sembrar mis caricias
en la fulgente piel de tu misterio.
Yo sé dónde apareces diariamente,
conozco el sitio exacto
y la hora precisa
en que tu rostro enciende su
hermosura.
Aprendí de memoria
tu órbita celeste,
el instante glorioso
en que brillas más cerca de mis ojos
y también el momento
en que huyendo me robas tu semblante.
Yo sé que soy tu dueño en la
distancia
que al descubrirte me gané el derecho
de salir cada noche
a mirar tu expresiva luz errante,
tu joven brillantez inmaculada,
sin tener ni la mínima esperanza
de estrechar tu verdad entre mis
brazos.
Te inventé con la alquimia de mis
sueños
te vestí de imposible,
en tus pupilas inicié un poema
y en lo más alto entronicé tu imagen.
Con barro de mi angustia te di forma
igual a la de un ángel que no existe.
Cuando llega la noche
y te encuentro rielando en el
espacio:
yo te aspiro y te gozo,
platico desde lejos con tu nimbo
sin pronunciar tu nombre.
Sin esperar tampoco que desciendas
ni que el roce de mi tacto te defina:
porque anhelo que ignoren mis
sentidos
que eres de carne y hueso,
que tu cuerpo es mortal,
y que hasta el nítido esplendor que
irradias,
carece de luz propia.
¡Sigue alumbrando allá! ¡Brilla unos
días!
Pronto la muerte bajará mis párpados
y tú, al instante, quedarás a
oscuras.
Elías Nandino
Pero ¿a qué se debe está falta de canonicidad? Para responder a está pregunta veamos que capital está en juego dentro del campo del canon literario.
El capital simbólico en Elías Nandino, Xavier Villaurrutia y José Gorostiza:
Hemos afirmado anteriormente que dentro del campo de canon literario es necesario el capital social, en este sentido tanto José Gorostiza como Xavier Villaurrutia y Elías Nandino tienen el capital suficiente para poder competir, pues social y políticamente estaban colocados en una posición favorable, ya que llegaron a tomar puestos políticos y diplomáticos. Con respecto al capital cultural, es indudable que los tres también tenían el capital suficiente para poder competir dentro del campo del canon literario, los poemas anteriores lo demuestran. Incluso sus preocupaciones estéticas son muy similares. Ahora con respecto al capital simbólico, en cuanto a la canonicidad se refiere, es importante destacar que este capital se forja tiempo después, incluso después de la muerte de los autores. Para dar cuenta de este capital podemos buscar las instituciones, premios y galardones que se dan con el nombre de estos escritores.
En el caso de Elías Nandino tenemos el Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino, en cuanto a José Gorostiza tenemos el Premio Nacional de Poesía José Gorostiza, mientras que en el caso de Xavier Villaurrutia tenemos el Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores. Esto nos puede dar la pauta para comprender el capital simbólico de cada autor, pues no es lo mismo ganar el Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino a ganar el Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores. Además, de esto podríamos guiarnos por Centros Culturales, Educativos, etc.
A manera de conclusión podríamos decir que sólo se
llega a ser un autor canónico si alguien más los “evangeliza”, los difunde, los
premia, los autoriza desde la ortodoxia, desde el poder. Si se acepta una o un
conjunto de obras como “milagrosas”, como clásicas de la literatura de un país
o una región. Esto se logra ejerciendo constantemente un capital simbólico. La
literatura, como toda disciplina artística, es un campo de juego en el que
triunfa por momentos quien posee más capital: cultural, social y simbólico. No
obstante, es importante resaltar que las reglas de juego del campo del canon
literario están en constante cambio, y donde existe la ortodoxia también existe
la heterodoxia que compite y muchas veces logra arrebatar los puestos de poder
del campo, ya sea a través del capital o a través del habitus.
Bibliografía:
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Enciclopedia de la Literatura en México - FLM. (s. f.). Elem.mx. Recuperado 21 de junio de
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junio de 2024, de http://amediavoz.com/nandino.htm
Gorostiza, J. (s. f.). Muerte sin fin. Unam.mx.
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La obra de Elías Nandino, combinación entre ciencia
médica y poesía.
(s. f.). INBAL - Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura.
Recuperado 21 de junio de 2024, de https://inba.gob.mx/prensa/14108/la-obra-de-elias-nandino-combinacion-entre-ciencia-medica-y-poesia
Nazaret Fernández, A. (s. f.). El canon literario: un debate abierto. Wordpress.com. Recuperado 21 de junio de
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Xavier villaurrutia. (s. f.). Unam.Mx; Material de Lectura.
Recuperado 21 de junio de 2024, de https://materialdelectura.unam.mx/poesia-moderna/16-poesia-moderna-cat/37-015-xavier-villaurrutia?start=5
Zino, J. (2013, octubre 13). Pierre Bourdieu: “La lógica de los
campos”. Antropologia, Transmisión Cultural, Educación (Social), Relato de
vida. https://antropologies.wordpress.com/2013/10/13/pierre-bourdieu-la-logica-de-los-campos/
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